“Cumbia Casera”, el estilo que acuña la banda de cumbia más popular en el último tiempo en Chile, se convirtió en el título de su último trabajo de estudio hecho en casa. Durante los próximos 8 días el disco completo se liberará por las plataformas de Santaferia.
Pese a haber lanzado diversos singles desde que comenzaron las cuarentenas por la pandemia de COVID-19, la banda se ha mantenido hermética en cuanto a presentaciones por streaming. Sin embargo, durante este tiempo, los 10 integrantes de Santaferia se han concentrado en la elaboración de material inédito, que hoy se materializa en Cumbia Casera.
Este nuevo trabajo fue compuesto, arreglado, producido y grabado a distancia. Sus registros y maquetas viajaron durante meses de computador a computador y de una casa a otra, mientras la crisis sanitaria obligaba a la población a quedarse en casa. De esta forma, la cumbia casera ya no es solo el estilo musical que cultivan; también bautiza su nueva entrega discográfica.
En los 9 tracks que componen Cumbia Casera, Santaferia cuenta una historia que viaja geográficamente y en el tiempo, trayendo al presente distintas formas de concebir la cumbia, sin perder la esencia y estilo que los ha llevado a alcanzar el respeto y éxito del que gozan en la actualidad.
Referentes femeninos en la cumbia
El disco abre con ‘Bailable 95, la chaqueta de Pachakuti’ un tema instrumental con fuertes referencias de guitarra a la cumbia chicha, estilo musical psicodélico aparecido a mediados de los años 70 en las costas peruanas. El tema incluye animaciones del conductor argentino de radio FM Pasión, Rama López, iniciando de esta manera la invitación de la banda a sus seguidores. Un dato curioso es que el título hace referencia a una prenda de vestir de Ariel Carrasco «Pachakuti”, el tecladista de la agrupación.
Le sigue ‘Cómo duele’, que abre con sensuales saxos setenteros y susurros, para muy pronto encontrarse con el clásico y reconocible sonido de Santaferia, que incluye textos sobre un amor perdido. Uno de los puntos más rescatables de esta pieza, son las referencias a representantes femeninas de la cumbia, citando y nombrando frases de canciones de Gilda y Selena, para culminar con una cita a ‘Amiga Mía’ del disco Corazones de Los Prisioneros.
Con ‘Alerta Sonidera’, la cumbia casera se traslada a los barrios más pobres de México, de donde rescata el sonido y el magma de los populares sonideros mexicanos, experiencia callejera que se vive en torno a música y bailes de la comunidad.
En ‘Nunca ando solo’ destaca la alternancia de roles, pues, las voces centrales las asumen Rodrigo González (bajista) y Ariel Carrasco (teclado), mientras que “Pollo” González se encarga de entonar los coros. En este sencillo destacan los sonidos producidos por el Octapad, un controlador de percusión de batería electrónica que se hizo popular en la década del 90 con bandas como Ráfaga o Amerika`n Sound.
La agrupación ha adquirido un compromiso por integrar presencia femenina en sus entregas, y en esta pasada lo hace invitando a Paula Rivas, cantante y autora de música tropical, con la que ya habían compartido escenario anteriormente. Esta vez esa alianza se materializó en ‘A la mierda’, una cumbia melancólica con tintes de música popular mexicana y todo el brillo de la sección de bronces, que propone en su texto el dolor de un amor que llegó a su fin, y de darse por vencido en la lucha de tratar de recuperarlo.
‘Bailable 140’ es otro instrumental, con potentes referencias a la cumbia chicha peruana. La pieza es un interludio soberbio, con la grandilocuencia de una banda que ha sabido explorar el género, resituarlo y agregarle el plus del contenido histórico. Esto porque además incluye pasajes de un clásico de Ennio Morricone, escrito para la banda sonora de la película El bueno, el malo y el feo, protagonizada por Clint Eastwood y estrenada el 23 de diciembre de 1966.
La presencia femenina continúa en ‘No estamos los dos’, una cumbia lenta que combina la voz dulce de Lunamar, una nueva exponente de la música urbana, con la característica voz de “Pollo” González. La fusión de ambos registros vocales en este track, entrega un matiz interesante en cuanto a la versatilidad del cantante, quien armoniza perfecto con otros estilos de canto.
Cumbia chicha, folklore y trap
‘Deja tu luz’ es un tema en el que Santaferia nuevamente hace gala de su dominio y acercamiento con el folklore andino. Ya lo habían hecho con su single ‘Si te marchas’ del álbum En el ojo del huracán, donde compartieron grabaciones junto al mítico líder de Illapu, Roberto Márquez. En la entrega actual, participa la banda de bronces Runaukas, oriundos de Iquique. Este aporte nortino se conjuga a la perfección con la expertise de Santaferia, una agrupación que comprende la importancia del folklore y la incorporación de las raíces andinas en la música popular.
‘Tonto y herido’ es la única pieza no grabada durante la cuarentena. Pertenece al rescate de material grabado en Los Ángeles, California, durante un viaje de la banda el 2018, en el que trabajaron con el sonidista Cristian Robles. El disco cierra con una entrega completamente diferente a lo que hemos conocido hasta el momento. Elementos sonoros del trap se intercalan con los de la cumbia, mientras que la voz de su líder acompaña este ensamble entre versos, trompetas y percusiones tropicales, y una zampoña se funde en una secuencia futurista, como la invitación a viajar, esta vez por el cosmos.
Cumbia Casera es el sonido de una banda que después de 13 años de trayectoria se muestra robusta y experta. El camino les ha enseñado que pertenecer a un estilo no significa recurrir al autoplagio, sino que más bien es una invitación a la creatividad. Decanta entonces la intención –consciente o no– de hacerse cargo de explorar su género, redescubrirlo, reinterpretarlo y homenajearlo. Resignificando la siempre bailable cumbia a través de la nostalgia, el folklore, el reggae, el trap y la vinculación con la gloriosa cumbia chicha.
¿Querían Cumbia Casera? Esto es Santaferia.
