“Ojalá que resulte, que sea un precedente para que el Gobierno la corte, porque nuestro Presidente usa todos los medios posibles para mantenerse aferrado a alguna cosa”, dice C-Funk
A las 8 de la mañana del jueves conduzco hacia el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, rumbo a la toma del PCR “de entrada”, requisito para participar del voluntariado que convoca a una banda nacional, sus seguidores y a la ciencia, en un estudio que busca la reinserción de los eventos públicos masivos en nuestro país. El Viernes 3 de septiembre los asistentes deberán realizarse el PCR “de salida”. Los resultados arrojados serán clave para determinar el curso de los siguientes ensayos.
Es la hora de despabilar
Confieso que voy un tanto nerviosa, no me he hecho el examen antes, pero confío en las palabras que Lalo Ibeas -vocalista de la banda- dijo en la reunión virtual un día antes del evento: “No es tan terrible, se siente como una gran gana de estornudar”.
Allá voy entonces, cruzando Santiago de punta a punta, para escribir sobre un concierto después de 17 meses, con la adrenalina en el cuerpo en dirección a Av La Paz número 1000. Cuando llego al recinto veo a Toño Corvalán, batería de CHEP (Chancho En Piedra) que va de salida. Me reconoce y se acerca a mi auto, le pregunto “¿duele?”. A Toño lo conozco hace años por el oficio y la música, hemos compartido un montón de veces, es cercano para mí.
Después de estacionarme avanzo y desde lejos diviso a la gente que se hará el PCR, hay prensa, está Lalo Ibeas, también Rodrigo Osorio conocido como “Don Rorro”, vocalista de Sinergia y que hoy también es el flamante presidente de la SCD. Tan pronto me acerco, especialistas me indican que debo llenar un formulario y pasar a una sala para que me llamen. Así lo hago y en segundos escucho mi nombre. Invoco las palabras de Lalo mientras el hisopo me toca el cerebro, pero aún no termino de pensarlo y ya está. Voy caminando hacia la salida y nos esperan medialunas, más té o café.
Aprovecho que estoy ahí para preguntar a los involucrados por sus espectativas. El primero en conversar conmigo es Lalo Ibeas: “Nos sentimos orgullosos, más que de los Chancho, de la gente de la Universidad de Chile, ellos están gastando tiempo y recursos en hacer estos estudios para la música. Estamos felices de que nos hayan propuesto, pero nos pasaríamos de barsas de decir que esto es gracias a nosotros. Además, nuestros seguidores han respondido super bien, tenían que estar aquí a las 8:00, y a las 7:10 la fila estaba casi lista. Hay que darles las gracias por el compromiso y la buena onda, por ser responsables, estamos felices de las personas que nos siguen, de lo aperrados que son”.
Lalo lleva una polera de la película “El extraño Mundo de Jack”, parka negra, un gorro ruso “ushanka”, mascarilla estampada, lentes ópticos y puedo notar en sus ojos que está feliz. Se nota en su mirada, en su tono de voz y en la disposición para conversar sobre lo que ya comenzamos a vivir: una experiencia científica e histórica llena de esperanza, que podría terminar convertida en una realidad concreta y sonante para reactivar los eventos con público en el país.
¿Por qué CHEP?
“Nuestro público es super trazable, se conocen. Con la mayoría de los chiquillos nos vemos, nos saludamos, así que en cualquier caso, van a saber quién estaba atrás o al lado suyo. Más allá del resultado del show, lo que todos esperamos es que funcione, que no hayan contagiados, para que se hagan protocolos y vuelva la música en vivo como la conocíamos… este es el primer paso”.
Lalo da en el clavo con sus declaraciones, y es que por cierto, esta vez lo importante no es la música, si no el ejercicio de la experiencia en vivo, con público, con medidas sanitarias, con el compromiso de todes los presentes, aunque sin perder el espíritu de los shows. “La gente podrá cantar pero con mascarillas. Será raro no ver bocas, pero al menos veremos ojos, sentir un feedback, algo que en un streaming no se siente, terminas un tema y no hay ni una mosca”, dice.
Un poco más allá está el doctor Alejandro Afani, inmunólogo del Hospital Clínico de la Universidad de Chile y quien encabeza al equipo de la Universidad que colabora en el apoyo científico del proyecto: “Esta es una iniciativa que parte de la SCD ante la imperiosa necesidad de reincorporar al mundo artístico a toda la actividad, son un segmento muy golpeado con la pandemia. Hemos trabajando junto con la SCD y el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, para diseñar un proyecto que sea viable, dadas las condiciones actuales de la pandemia, con el alto porcentaje de vacunación, que permita de manera responsable, rigurosa y siguiendo protocolos, poder integrar la actividad artística de nuevo. Este ensayo es el primero de tres, los resultados nos permitirán avanzar a un segundo y a un tercer evento”.
Afani explica de manera clara lo que ocurre y se maneja a la perfección con las preguntas, micrófonos y cámaras. Se ve que tiene un gran interés por los asuntos culturales y es esperanzador imaginar que en algún futuro las autoridades sean integrales. Nada mal nos haría tener un(a) ministr@ de salud con visión cultural.
“Creemos que están dadas las condiciones, que estamos haciendo un proyecto seguro y responsable, con el objetivo de tener después una reunión con la SCD, el Hospital Clínico, el Ministerio de Salud para analizar los resultados y solicitar una autorización oficial para realizar este tipo de eventos de manera masiva en nuestro país y crear un modelo que incluso sirva a los otros países de la región”.
A su lado, Rodrigo Osorio, escucha atento y responde desde el cargo que preside “Como SCD siempre vamos a estar en defensa de los músicos, de sus derechos; para nosotros la inacción no es opción, ha sido demasiado dura la crisis para los músicos. Tienen que haber soluciones para nuestro sector, estamos muy agradecidos que la Universidad de Chile se haya sumado y haya entendido que la música y el arte nos hace bien a todos, creemos que esto va a beneficiar a los músicos y a todos los que trabajan en el arte y el espectáculo en Chile y el extranjero. Este voluntariado es una experiencia pionera que se recordará”.
Mientras conversamos en la sala de toma del examen, entran y salen enfermeras y más voluntarios se someten al PCR. Pero la persona detrás del músico y director también se manifiesta: “Me siento ansioso y esperanzado, estamos emocionados. Tuve la suerte de tocar con Sinergia por primera vez en 16 meses, hace unos días en La Calera, fue emocionante. Nada reemplaza la presencialidad, mirar a la gente, ver cómo reaccionan con tu música. Queremos volver, pero también queremos evitar contagios, confiar en la ciencia es fundamental”.
Voy y vuelvo
Un cuarto para las siete de la tarde, a las afueras de la sala SCD de Plaza Egaña, se enfilan los voluntarios que dieron negativo en el examen PCR tomado en la mañana. Muchos de ellos cargan sus respectivos “Chancho Juanito”, ícono y objeto identificador de la “Familia Marrana” (seguidores de Chancho en Piedra) disfrazados como de costumbre, con distintas temáticas, pero uno llama mi atención: un chancho pandémico, con atuendo de doctor, mascarilla y credencial. Nuevamente la TV registra el momento, periodistas se acercan a la fila e interceptan a los asistentes, incluso a mí, que salí en directo por las pantallas de TVN minutos antes de pasar por los últimos protocolos sanitarios, que incluyen entrega de carta firmada, muestra de pase de movilidad con carnet de identidad, toma de temperatura, alcohol gel, recambio de mascarilla por una entregada por la organización y un número de butaca que se pega visiblemente en el pecho, lo que me hace recordar al que usaba el público del programa Sábados Gigantes en los años 80.
Ambos pisos están llenos, hago un pequeño streaming y noto que hay interés detrás de la pantalla. Es un momento histórico. Minutos después, da por iniciada la jornada Don Rorro y presenta a la banda que ingresa en silencio al escenario, mientras se produce el esperado reencuentro con su público, tras 17 meses de inactividad. Hay aplausos, gritos y la emoción recorre cada recoveco de la sala. La magia explota en los primeros acordes de “Start Me Up” homenaje al recientemente fallecido Charlie Watts, baterista de los Rolling Stones. Luego vino “Locura Espacial” un sencillo del álbum Ríndanse Terrícolas de 1998, que recobra sentido en el contexto que vivimos:
Amigos míos, yo les quiero decir
Difícil el tiempo que nos tocó vivir
No es tan solo el fin de una década
Estoy hablando de toda una época
El setlist continúa con canciones de distintas épocas, incluyendo nuevo material de la banda. Lalo se detiene cada cuatro o cinco canciones para hacer bromas a los asistentes y agradecer la convocatoria. Pide palmas, coros, participación del público. Se ve feliz, sigue feliz, estamos todos contentos. La dosis de música nos dispara de nuestras butacas, y nos movemos al compás de “Bola de fuego”, “Cóndor”, “Huevos revueltos”, “Tren a la luna”, “Solo contra el mundo”, “San guijuela”, “La telaraña”, “Hijo del diluvio”, tema compuesto por Joe Vasconcellos mientras fue integrante del grupo Congreso en 1981 y “El durazno y el melón”. “Voy a resucitar” es presentada como un homenaje a los seres queridos que los asistentes perdieron por causa del COVID-19. Le sigue “Mi mejor momento” y el concierto termina con “Disco japi”. Hay aplausos y gritos, los músicos caminan hacia la puerta y C-Funk toca “No nos vamos ni cagando” con su guitarra. El público se suma de inmediato y vuelven para ejecutar “Chancho” canción con la que dan por finalizado el ensayo, entre palabras de agradecimiento de Lalo.
Luego del show, hablo con Toño, batero y mi más cercano CHEP. La conversa por lo mismo es en un tono más amistoso y relajado, pero lleno de mensajes potentes: “Después de haber acumulado todas las ganas de tocar desde hace tanto tiempo, tener de nuevo contacto con el público, sentir los gritos, los sub-bajos, disfrutar el momento de tocar en vivo, la adrenalina fue increíble. Tuve que tratar de contener un poco la energía, dosificarla, terminé agotadísimo, pero contento con la recepción, orgulloso de la fanaticada de Chancho que siempre acude y apoya. Van a hacerse un PCR, llegan a las 7 de la mañana, hacen caso, son lo máximo. Tengo toda la esperanza y optimismo de que saldrá todo bien”.
Y conseguir la medicina
Aprovecho la pasada para hablar con el Chancho adoptivo, C-Funk, ex guitarrista y fundador de Los Tetas ¿cómo anda la emoción por acá? le pregunto. “Ha sido tan raro este tiempo de pandemia, me falta irme a dormir, despertar y ver que onda, pero por lo pronto, rico tocar arriba del escenario que es nuestro lugar, sentí como si no hubiera pasado todo este tiempo sin tocar. Es como si hubiese estado en coma y de repente desperté justo donde me quedé hace dos años atrás. Volví a ser lo que siempre fui, al menos por una hora, por que aun no se sabe que pasará después, así que disfrutar y aprovechar el momento”.
Mientras C- Funk habla, dibuja con sus palabras conscientes reflexiones: “Como dice Pedro Piedra, ojalá que con esto se despierten las inteligencias (referencia al tema “Inteligencia dormida”)- Quizás podemos cambiar ciertas maneras, modales, tocar más temprano… si estamos resfriados usemos mascarillas, sacar cosas buenas de esto. Ojalá que resulte, que sea un precedente para que el Gobierno la corte, porque nuestro Presidente usa todos los medios posibles para mantenerse aferrado a alguna cosa.
¿Algún mensaje para la Ministra de Cultura?
“¿Qué Ministra? No tenemos Ministra, no existe, así que no tengo nada que decirle, cuando haya alguna, ahí si voy a pensar que decirle, pero en este momento no hay Ministra, no hay nada, solamente hay familiares que se ayudan entre ellos (*) y de los sectores más altos, la cultura está a la deriva, nosotros estamos a la deriva, ese es mi mensaje: no existes”.
En esta jornada, Chancho en Piedra hizo eco de sus propias canciones, muchas escritas hace más de 20 años, en otros contextos, en otro mundo y con otros trasfondos. La noche del jueves la banda, su público, científicos chilenos y quienes asistimos, hicimos historia: dimos un paso para que los eventos masivos en Chile y la región vuelvan para quedarse.
Nacerás, crecerás algo de tu historia dejarás
Vivirás, morirás, siempre en la memoria estarás…
Se siente demente entre toda la gente…
Se siente demente entre toda la gente…
Se siente demente entre toda la gente…
“Solo contra el mundo”
Chancho en Piedra
Álbum “Ríndanse Terrícolas”, 1998.
Créditos: Fotos -Cortesía SCD (excepto foto chancho pandémico) Cámara: Javier Ibeas, Edición video: Pablo Cerda. Chancho Pandémico: Johanna Watson. Propiedad de Alejandra Gallegos Cuevas.
(*) Cita a la nueva polémica del Ministerio de las Culturas a cargo de Consuelo Valdés. La Red publicó un reportaje en el que reveló que el ministerio benefició con aportes millonarios a dos galerías ubicadas en Vitacura. Espacio Aninat de Isabel Aninat, suegra del diputado Luciano Cruz-Coke, y Patricia Ready Galería, de la gestora Patricia Ready, casada con el empresario Juan Carlos Yarur. Según el reportaje, en agosto de 2020 el Espacio Aninat recibió $17.337.441, mientras, Patricia Ready Galería fue beneficiada a través de los Fondos de Emergencia 2021 con $99.707.380.